miércoles, noviembre 30, 2005

Día mundial del SIDA

…Es el año 2005 y aún hoy, la Iglesia Católica condena a sus feligreses como pecadores si utilizan condón en las relaciones sexuales. Es el año 2005 y organizaciones como PROVIDA siguen afirmando que el SIDA es la enfermedad de los “enfermos” (sic) de homosexualidad. Es el año 2005 y una niña colombiana de un exclusivo colegio de Bogotá le dice a la reportera de BBC que es algo que a ella no le va a pasar. Sí, es el año 2005…

En la víspera del Día Mundial de la lucha contra el SIDA este 1 de diciembre, el panorama no parece ser alentador. Este año la primera generación de bebes con SIDA llegará a la mayoría de edad pero la ignorancia en sobre el tema, los tabús que lo rodean y los prejuicios que lo niegan, no hacen mas que agravar la crisis mundial del tema.

Es el año 2005 y aún hoy, la Iglesia Católica condena a sus feligreses como pecadores si utilizan condón en las relaciones sexuales. Es el año 2005 y organizaciones como PROVIDA siguen afirmando que el SIDA es la enfermedad de los “enfermos” (sic) de homosexualidad. Es el año 2005 y una niña colombiana de un exclusivo colegio de Bogotá le dice a la reportera de BBC que es algo que a ella no le va a pasar. Sí, es el año 2005.

En su reporte anual, UNAIDS (el organismo de las Naciones Unidas en la materia) informa que en la actualidad 40.3 millones de personas están infectadas del virus del SIDA, de las cuales 2.3 son niños. En el transcurso del año, casi cinco millones de personas fueron infectadas del virus, tres millones de ellas tan sólo en África Subsahariana; hubo 3.1 millones de decesos por todo el mundo.

Nunca como hoy ha habido personas enfermas de SIDA. La enfermedad se propaga por todo el mundo –salvo la región del Caribe que no reportó incrementos en el año- y Europa Oriental así como Asia Central son los nuevos foco epidemiológicos de mayor alarma.

El caso de África Subsahariana es el más severo. En esa región viven 25.8 millones de personas infectadas, hubo 11 millones de infecciones nuevas del 2003 a la fecha; hay países con tazas del 30% de enfermos en edad productiva.

La epidemia del SIDA está compuesta de pequeñas crisis regionales. Mientras que España y Brasil el contagio entre usuarios de drogas intravenosas, ha crecido, países como Kenya, Haití y Zimbabwe son ejemplos de que la información y la prevención son herramientas efectivas.

En el caso de América Latina las cosas no mejoran en lo absoluto. Aquí viven 1.8 millones de enfermos de los cuales 200 mil se infectaron este año y hubo 66 mil decesos. El grupo que presenta mayor incidencia son los hombres que sostienen relaciones sexuales con hombre (2 de cada 5 nuevas infecciones) y las sexoservidoras.

En México, estados como Michoacán y Puebla sufren severas crisis de contagios a causa de los migrantes que vuelven de los Estados Unidos con la enfermedad y la transmiten a sus parejas que aquí viven.

Esta situación da pie para que UNAIDS advierta de forma clara y contundente que el principio de monogamia no es útil para detener a la enfermedad. Citando el caso de Zimbabwe en el que el 40% de las mujeres tienen SIDA, dice que el 66% de ellas afirma sólo haber tenido una pareja sexual en la vida. Así pues, ojalá y esto sirva para sacar a la Iglesia Católica de su empecinamiento de afirmar que abstención y monogamia bastan. Es querer tapar el sol con un dedo.

De acuerdo a UNAIDS, con cede en Ginebra, Suiza-, los mejores resultados en la lucha contra la enfermedad se han logrado en países donde los esfuerzos han sido intensivos, amplios y sostenidos como el caso de algunas regiones de Tanzania donde los casos de infección se redujeron en más de la mitad gracias a la propagación en el uso del condón.

Del mismo modo, se han presentado éxitos importantes en la cobertura médica en algunas regiones. Argentina, Brasil, Chile y Cuba son expuestos en el informe anual como ejemplos de países que en pocos años han dado medicamentos al 80% de los infectados.

En la otra cara de la moneda está África donde sólo 1 de cada 10 pacientes (en el mejor de los casos), recibe los retrovirales que necesita. En el 2003 la ONU propuso que para este año, tres millones de enfermos tuvieran acceso a medicamentos adecuados, en cambio, lo que sucedió es que el pasado lunes Jim Yong-Kim, responsable del programa “Tres para el Cinco” de UNAIDS tuviera que reconocer su fracaso y pedir disculpas porque de la meta, sólo se cubrió a un millón.

La lucha contra el SIDA requiere cerca de 150 mil millones de dólares anuales en el campo de lo deseable. En la realidad, los países ricos regatean los compromisos económicos que han adquirido para con los pobres. Vergonzoso.

Así está hoy nuestro planeta con SIDA, una enfermedad que sólo será contenida con más información, más prevención, menos dogmas, menos empecinamientos retrógrados.

alfredo.diaz.f@gmail.com

viernes, noviembre 25, 2005

Día internacional contra la violencia a la mujer

A.D.F.

…por más que se diga, no sobra volverlo a repetir: la violencia no es normal, no es justificada por motivo alguno y es un delito. En las manos de cada víctima, está el poner final a estas prácticas. En manos de los varones está el no reproducir este comportamiento y no permitir que nadie más lo haga…

“La violencia es la manifestación más cruel de la discriminación y la desigualdad en el derecho y la vida, que diaria y sistemáticamente padece la mujer a escala mundial”. Con estas palabras, Kofie Annan, Secretario General de la ONU manifestó su preocupación ante el Día Internacional contra la Violencia a la Mujer que se conmemora hoy.

La violencia contra la mujer es una de las manifestaciones más crueles, cobardes, retrógrados y tristemente cotidianas que se viven por todo el mundo.

Las mujeres son las principales víctimas de violencia intrafamiliar proveniente ya sea de sus padres o familiares varones, pero principalmente de sus parejas, dejando claro que la sociedad patriarcal y machista, sigue en boga.

Las cifras sobre esta problemática son escandalosas. En México, la violencia en casa es la segunda causa de muerte en mujeres en edad reproductiva, sólo por debajo del cáncer cérvico-uterino. Las cifras oficiales afirman que el 35.4 por ciento de las mujeres que viven en pareja, afirman haber sido alguna vez víctimas de maltrato.

Y es que la violencia no es en lo absoluto un fenómeno aislado y que tiene como firma los moretones. La violencia puede ser física pero también es emocional, sexual y económica. Las amenazas, celos, relaciones sexuales no deseadas y el control de los gastos o la libertad para salir a la calle, también son agresiones que no deben ser toleradas.

Estudios dados a conocer a propósito del día, señalan que el mayor índice de violencia doméstica lo sufren aquellas mujeres que trabajan fuera de su hogar, como resultado de la lucha de fuerzas al interior de la pareja una vez que la mujer se supera y puede valerse por sí misma. A lo anterior hay que agregar que de acuerdo al Instituto Nacional de las Mujeres, un mayor índice de escolaridad, parece no ayudar en nada a reducir la incidencia en el maltrato. Qué preocupante.

Hoy, por todo el mundo podemos ver las secuelas de la violencia de género, mujeres que son atacadas sólo por eso, por ser mujeres, por vivir en una sociedad que impide que sus condiciones de desarrollo sean equiparables a las de los hombres y por eso quedan –generalmente-, relegadas y dependientes. Cuán más canalla se puede ser para aprovechar estas circunstancias y golpear.

Pero no sólo eso. Las mujeres también padecen atroces prácticas como la mutilación genital (especialmente en África del Norte) o los feminicidios que ya suman miles de muertes en Chihuahua, Estado de México, por hablar del caso mexicano, de Sudán para citar un ejemplo internacional, o las dos mil muertes de 2001 a la fecha que se han presentado en Guatemala. Sólo por ser mujer.

En Nepal hoy en día aún se aísla a las mujeres durante su periodo menstrual, tiempo en el que son maltratadas, vejadas y alimentadas con sobras; sí, es el año 2005.

En América Latina una de cada cuatro mujeres ha sido agredida por su pareja, por la persona con la que vive y en la que confía, con la que comparte su intimidad y debilidades humanas. La violencia cotidiana, en casa.

Por más que se diga, no sobra volverlo a repetir: la violencia no es normal, no es justificada por motivo alguno y es un delito. En las manos de cada víctima, está el poner final a estas prácticas. En manos de los varones está el no reproducir este comportamiento y no permitir que nadie más lo haga.

alfredo.diaz.f@gmail.com

domingo, noviembre 13, 2005

Oscuros nubarrones sobre la razón

A.D.F.

…en un enfrentamiento de dogmas contra racionalidad, no puede existir diálogo porque el primero niega cualquier posibilidad de reconstruirse o de reconocer su error. El dogma no permite que quepa otra manera de pensar salvo la suya, de ahí que éste sea la semilla de cualquier tipo de intolerancia y de absolutismo…

Estamos en el umbral para cruzar el primer lustro del siglo XXI, aquel de las grandes promesas y la consolidación de los idearios de la humanidad. Estamos a 500 años de que surgieran en Europa las grandes revoluciones filosóficas que nos liberaron del secuestro de la razón por parte de la religión, que pusieron al hombre y a su raciocinio en el centro del universo y sin embargo, oscuros nubarrones se ciernen sobre lo ya construido, mostrándonos una vez más cuán lejos estamos de dejar de ser gobernados por empecinamientos de origen imaginario.

Tres casos de actualidad, de origen muy distinto, nos dan muestra de que no estamos a salvo en ninguna parte del mudo.

En Estados Unidos crece día a día el debate en torno a si se debe o no enseñar en las escuelas la teoría del “Diseño Inteligente”, que defiende la idea de la existencia de un ser supremo que concibió –o dirigió-, la evolución del hombre y de las especies.

El pueblo norteamericano, supuestamente educado y rico, afirma en un 45% que la teoría evolutiva de la Selección Natural de Charles Darwin no es del todo cierta y que alguien debió haber orquestado parte de ese proceso. El mayor vocero de esta postura es nada menos que el ilustrado presidente de los Estados Unidos, George W. Bush.

El caso dos. En España ayer más de medio millón de personas salieron a marchar en rechazo a Ley Orgánica de Educación que propuso el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Se trata de un amplio proyecto de reformas al sistema educativo que entre sus muchas propuestas está la eliminación de las clases de religión como requisito para aprobar el año escolar. En la actualidad, las clases de religión, impartidas bajo diversos nombres, son optativas y no promediables en el balance general del curso, pero la calificación sí influye para obtener becas, pasar de año o ingresar a la universidad. La nueva ley impide que esas asignaturas impliquen obstáculo alguno para los estudiantes.

El proyecto ha encontrado la oposición del Partido Popular así como de la Confederación Nacional Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos (aparentemente en ambos lados del océano las asociaciones de padres de familia son los grupos conservadores más recalcitrantes y monopolizadores de ese sector de la sociedad) quienes ignorando todos los puntos de dicha ley, se han centro en el asunto de la religión como quedó de manifiesto en el documento que leyeron tras la movilización del pasado 12 de noviembre.

El tercer caso es el mexicano. Ante la propuesta del grupo parlamentario del PRD en la capital de abrir el debate para aprobar una ley que permita a los ciudadanos decidir qué hacer con su vida cuando las esperanzas de sobrevivencia sean escasas, la Iglesia Católica respondió con fiereza, irresponsabilidad e ignorancia afirmando que se trata de un atentado contra la vida y que aquella autoridad que la apoye, no merece que se le tribute obediencia (declaraciones que por cierto son un delito y una provocación al Estado mexicano).

En este punto es indispensable señalar que en México nunca se ha hablado de una eutanasia activa, sino del derecho de las personas para dejar instrucciones en caso de que su cuerpo no pueda más. La defensa de la Iglesia ante una supuesta vida ya extinta, no es más que la lucha morbosa por mantener un cuerpo inerte e inútil atado a una máquina, ¿qué cosa puede ser más contraria al supuesto “orden natural” que propugna?

No se trata de un atentado contra la vida, sino de la decisión libre de definir cómo enfrentar la muerte. Además, se trata de derechos, no obligaciones, quien no esté dispuesto a ordenar que se le deje morir, que no lo haga, ¿cuál es el conflicto?

Y yendo un poco más allá, ¿no parece que estas tres posturas conservadoras son una visión incluso más mezquina de dios que la que puede haber si liberamos la eutanasia o el conocimiento de la ciencia?, ¿no es reducirle la posibilidad a ese ser supremo de demostrar que una persona no va a morir a pesar de que se le desconecte si no es Su voluntad?, ¿la posibilidad de que nos ‘ilumine’ acerca de que somos Su creación y no el producto de millones de años de evolución?, ¿no será mayor tributo hacer uso de la razón en lugar de encerrarnos en pensamientos que sólo niegan el potencial del ser humano?

A pesar de que en estos días somos más las personas que acudimos a una escuela y pasamos más años en ellas, viejas ideas que nada tienen que ver con la racionalidad, persisten. El sacrificio de los razonamientos lógicos a favor de los dogmas impide ver más allá de lo que la Iglesia (del credo que sea) diga.

En un enfrentamiento de dogmas contra racionalidad, no puede existir diálogo porque el primero niega cualquier posibilidad de reconstruirse o de reconocer su error. El dogma no permite que quepa otra manera de pensar salvo la suya, de ahí que éste sea la semilla de cualquier tipo de intolerancia y de absolutismo. (También existen los dogmas políticos, discursos laicos en código religiosos invariablemente).

Es cierto, deben favorecerse espacios para que ambas visiones existan. A nadie hace daño que el sacerdote le cuente a los niños las historias de Adan y Eva o les platique de Moisés liberando a su pueblo de la esclavitud de Egipto. Lo que no debe ser es que la religión se imponga sobre la razón y nos gobierne porque las decisiones de los gobernantes no pueden estar basadas en sus convicciones personales pues su obligación es responder a las leyes y a la sociedad que las sustentan que, en ningún caso, están obligadas a compartir su credo. Simple.

Sin el uso de la razón no habría libertad alguna, incluyendo la libertad que permite y garantiza la existencia y reproducción de cultos de los que no podemos ser rehenes, de los que no podemos permitir que nos sometan a su muy particular visión del mundo.

alfredo.diaz.f@gmail.com