viernes, enero 13, 2006

Simiprostitución

A.D.F.

…es lamentable y sintomático del nivel político mexicano que existan pretensiones como la de González Torres, pero es más preocupante que la fracción de un organismo político decida vender una candidatura…

En su segunda acepción de acuerdo al diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, la prostitución es vender una posición o autoridad por interés o por adulación. Y exactamente ese es el lamentable espectáculo que está dando el “ala campesina” del partido Alternativa Social Demócrata y Campesina que ayer asestó un golpe de estado para despojar de la candidatura presidencial a la que es líder de la fracción más numerosa de ese partido, Patricia Mercado, para ofrecer en su lugar, a una figura tan desdeñable como Víctor González Torres, el Doctor Simi.

Y así de las simichicas, los simicondones, las simivitaminas y el simisocialismo , llegamos a la simiprostutución: genérica e intercambiable. Haciendo alarde de una visión de la política guiada sólo por el pragmatismo rampante y sin buscar ofrecer plataforma política alguna, el grupo dirigido por el muy cuestionable Ignacio Irys Salomón protagonizó ayer en Ciudad Valles, San Luis Potosí, un espectáculo que sólo puede recordar a las más sucias tretas del priísmo o a una lucha tribal del PRD. A golpes, por mayoriteo y mediante una asamblea paralela, los “campesinos” (¿serán?) aceptaron la oferta que González Torres niega, pero que sucedió, que consiste en pagar 50 millones de pesos por la postulación y financiar la campaña totalmente.

González Torres, abominable personaje creado a la sombra de la corrupción del sistema de salud mexicano, apoyado desde el congreso por el impresentable Partido (sic) Verde que es regenteado por su sobrino, Jorge González, pretende así llevar a la política a su mínima expresión, imponiendo el dinero y la popularidad creada mediante una onerosísima campaña publicitaria, para arrebatar una candidatura presidencial. A ese juego ha entrado el grupo de Irys quienes han visto en la oferta del Doctor Simi la oportunidad de un negocio redondo en el que el partido mantendría su registro y conservarían la totalidad de las prerrogativas.

Es lamentable y sintomático del nivel político mexicano que existan pretensiones como la de González Torres, pero es más preocupante que la fracción de un organismo político decida vender una candidatura.

Desde que el Alternativa Socialdemócrata y Campesina fue fundado, se comenzaron a notar signos de una ruptura inevitable, producto de la mala decisión de aliar a grupos poco compatibles como el que encabeza Patricia Mercado, y otro de extracción diferente como el ala campesina. Mientras el grupo de Mercado apela a una izquierda urbana, de clase media, ilustrada y de pensamiento liberal, de avanzada, la otra no tiene forma, pero su origen y objetivos resultan incompatibles. Los socialdemócratas pensaron que sería su oportunidad de conservar el registro luego de los fallidos intentos de Democracia Social en el 2000 y México Posible en el 2003.

Se podrá estar de acuerdo o no con la trayectoria y discurso de Patricia Mercado. Para algunos sectores ella sería la candidatura fresca y diferente, aunada a su condición de única mujer en la boleta; quizá los debates la pudieran colocar en una posición decorosa de cinco o seis puntos porcentuales. También es válido pensar, como lo hacen algunos miembros del PASC, que se necesita un candidato que garantice el registro luego de los dos descalabros previos. Pero ir en pos de ello arrebatando y luego postulando al Doctor Simi es indignante.

En los próximos días el IFE, o el TEPJF definirán a quién corresponde la candidatura luego que Mercado la registró el domingo pasado y este fin de semana le será tomada la protesta a González, pero en tanto, el partido Alternativa queda marcado con un desagradable lunar de nacimiento que dice “prostitución”...o algo similar, pero más chafa.

Cóctel

Oficial. La Procuraduría Justicia del Estado de México exoneró a Arturo Montiel por el delito de enriquecimiento ilícito… muy ilícito y muy explicable, y muy obsceno.

Es difícil decidirse por la treta de impunidad más nauseabunda, si la mafia de Atlacomulco: Peña – Navarrete – Montiel, o la que encubre a los hijos de Martha Sahagún.